Vivimos para contar una historia
pero nos pasamos mucho tiempo
buscando una historia perfecta,
cuando la verdadera riqueza
se encuentra en las imperfecciones del camino
porque son aquellos tropezones
los que nos hacen recordar que
nuestro corazón late…

Que la vida sin los detalles caóticos no serían vida y que son esas situaciones
lo que la hacen divertida
y aunque en este momento suena como la más grande contradicción
es así, de cierto o de falso
ya no lo recuerdo, pero
los momentos difíciles son parte de los mejores momentos
que digo…

Lo importante es que la marcha continua.

Que nos está pasando

Todo está mal, los ciclos ya no siguen su curso natural y se está tratando de fabricar todo, para supuestamente tener una vida mejor, pero existen cosas que simplemente no se pueden fabricar, como lo es la conciencia, ese tendría que ser el principal objetivo de cada animal racional. Pero nos dejamos llevar por las masas que buscan su felicidad por medio de lo material, siempre observamos hacia fuere, pero nos olvidamos de vernos a nosotros mismos como entes creadores de vida.

Existe una gran lucha. Gente despertemos al gran letargo en el que nos tiene envuelto el consumismo, ya es suficiente, el hecho de asumir demencia ante tantas injusticias que están ocurriendo y nos dedicamos a adoptar una postura de silencio total, por miedo, por cobardía. Pero estos dos factores son imperdonables para generar un cambio, no se trata solamente de interpretar el mundo de distintas formas más bien deberíamos de trabajar para transformarlo, no para unos cuantos sino para todos.

Una historia.

En este momento todo parece oscuro, tengo frio mucho frio y la soledad me acuna entre sus brazos, es un tiempo de cambio, tiempo de una constante reflexión.
Puedo decidir viajar a la Luna o quedarme en Marte; en Marte puedo ver solo hacia abajo, una luz muy fuerte me impide ver hacia arriba, solo observo la superficie. Hay un duende que me cuenta historias acerca de la Luna, dice que todos los ángeles que la habitan pueden volar, ser libres… También cuenta que existen dificultades, pero que en ese sitio resuelven las situaciones con una sonrisa en el rostro, hay vida, hay una atmósfera de amor.
Aunque conozco esas historias, no podría decir que existen. Me limito a soñar, pero no me siento capaz de descubrir…. Quiero volar, pero no puedo. El miedo ha cortado mis alas.
Quiero ponerle fin a mi historia y renacer en una vida de comienzos.

SE NOS MUERE EL AMOR