Seres afortunados que tienen todo lo necesario para subsistir, pero a pesar de eso siempre hay quejas y lamentos, por motivos pequeños pero para el que los vive trágico, y sin encontrar el mínimo consuelo en una puesta de sol, se vive de la mano con la rutina y lo efímero, algo tan natural como comer, bueno podría ser no tan natural por que están aquellos que no tienen ni eso, pero cuando llega se toman el momento para agradecer ese privilegió.
La vida es tan corta como para vivir de los lamentos, es importante dar gracias, sonreír, soñar, amar y tantas cosas más que el ser humano se limita a vivir, por miedos y por ataduras absurdas que cada uno se impone con cada amanecer…
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