sábado, 14 de abril de 2012

Un viaje
Un espejo en una habitación, la imagen de una mujer sonriente. Se descubre de las sabanas que le envuelven el alma. Escucha una voz tierna que le recuerda quién es. Agudiza sus sentidos para no perder ninguna frase, lo quiero oír todo. Desde los gritos, hasta la suave caricia de las plumas que bailan en sus recuerdos. Ella sabe quién es; pero está loca de las ansias, porque se lo digan. De lejos se escucha… Eres una luz que brilla radiante, no necesitas de un sol. Vos eres tu luz propia. Eres la locura, lo inusual, lo excéntrico. Ella ríe a carcajadas. Impulsiva, compulsiva y territorial, ella afirma con su cabeza. Egoísta, pero capaz de dejar todo por complacer a los demás. Sus mejillas se encienden. Lo sabe, lo siente. Hay un par de ojos que la vigilan. Está nerviosa, todo parece un viaje… Un viaje al pasado que le abre heridas, situaciones que mantiene presentes; pero que con dicha se atreve a vivir. Después de un par de días, esos susurros le calan en su ser. Las lágrimas corren en su rostro, un recordatoria más que sigue viva. Anhelos guardados, deseos escondidos, fantasías olvidadas en un cajón. Ahora es consciente quién es. No la espanta, solo la reta; a caminar por el camino que siempre quiso trazar.

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