Es una noche de verano muy calida y acojedora, un cielo despejado que deja al descubierto su manto de estrellas, una luna llena que reflaja la luz innata del polvo cosmico, sentada sobre un roca esta la niña a la orilla del río mientras su alma esta conectada con el Universo, en la noche infinita se pinta una estrella fugaz, pero no es cualquiera ya que se queda suspendida en el tiempo, se detiene... Y la niña descubre los colores que la estrella deja con su paso... Ella piensa cuál es su mayor deseo, pero justo en ese momento se da cuenta que lo tiene todo... Que es afortunada porque su vida gira entorno al amor, una fuerza desbordante que le llena de gozo su ser. Se limita a observar y a vivir el momento que se muestra ante sus ojos.
Ella sonríe... Porque es feliz...
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